miércoles, 28 de marzo de 2012

VALLE DEL RIO EREBA (LLANES)

Aprovechando mi estancia en LLanes y un soleado Sábado, recorrí sobre mi bici algunos caminos y senderos de la parte occidental del concejo. Entre ellos, el que es objeto de este comentario.



Se trata de un tramo de unos 10 kms que discurre por el valle del río de Nueva, también conocido como Ereba, que cualquiera que pase con bici de montaña por Llanes no debería dejar de realizar, por su singularidad y belleza.
Partimos de Nueva de Llanes, tomando la carretera AS-340 dirección Corao. No llevaremos más de 200 m tras salir del pueblo encontramos una pista forestal  que discurre al lado del río.


Al comienzo, la pista mantiene una muy leve pendiente y el firme es muy bueno, únicamente usurpado puntualmente por la acción de los madereros. El río y su sonido son nuestros fieles compañeros que nos acompañarán en gran parte del recorrido.
Las rampas comienzan a endurecerse, pero no en exceso, hay tramos del  8-9% pero la pendiente media se situa en torno al 5%. Nos encontramos rodeados de ocalitos y a lo lejos se escucha un rebaño de ovejas, cada vez más distante, hasta que los pájaros y el rumor del río al fondo del valle se convierten en la banda sonora de nuestro pedalear. Hace un sol de justicia y en esta primera parte apenas encontramos sombra que nos apacigüe de este primer día caluroso de la primavera.


Poco a poco la vegetación comienza a cambiar y entramos en una zona de pinos que nos proporcionan la ansiada sombra… tiempo para disfrutar de la sensación de estar en plena naturaleza. Distintos arroyos van cruzando el camino y de repente, este desciende súbitamente e iniciamos un vertiginoso descenso, sin mucha complejidad técnica pero con la cautela que da tener próxima la ladera del valle. El camino nos lleva a nivel del Ereba nuevamente.

La vegetación ha vuelto a cambiar y ahora reconozco castaños, robles, … helechos y el musgo verde que cubre las rocas existentes alrededor del cauce. Este, presenta pequeños rápidos y saltos de gran belleza, casi sin darnos cuenta estamos rodeados de un paisaje propio de los cuentos de hadas… la humedad se ha incrementado y la brisa fresca se agradece.


Seguimos pedaleando y llegamos al casi único vestigio de civilización que podemos encontrar en toda la ruta, una casa que en tiempos dio cobijo a los trabajadores de la repoblación forestal, hoy abandonada. Tras ella cruzamos el río y unos metros más allá comienza un tramo de hormigón. Sé lo que eso significa así que paro y me refresco con las cristalinas aguas del río.
Comienza un tramo de algo más de 300 m de hormigón, en su primera parte se alcanzan pendientes de hasta el 33% donde se hace necesario meter todo el desarrollo del que podamos echar mano, sentarse en la parte delantera del sillín y pedalear con fuerza. Por suerte es muy corto y pronto encontramos un descanso, con una pendiente del 10% pero como si fuera llano.

No me preguntéis que tipo de vegetación hay o si se oía el río en este tramo, solo os puedo decir que cuando piensas que ha acabado, comienza un segundo tramo, en este me marca una pendiente máxima del 28% cuando parece que  llega a su fin, y otra vez una última curva y otra zona de pendiente elevada continua… se hace muy larga.
Llego al final del hormigón jadeando y agotado, pero pronto hay que ponerse las pilas, la pista ya no está en tan buenas condiciones como en la primera parte, ahora multitud de piedrolos y socavones nos hacen estar atentos al firme. La pendiente oscila entre el 4 y el 12%.

El camino es zigzagueante y nos brinda a partes iguales zonas de sombra y zonas donde el sol ataca con una violencia inusual. A cada curva, el paisaje nos va brindando paisajes cada vez más espectaculares y al llegar arriba podemos ver en su totalidad el valle por donde hemos ascendido y más allá la costa y el mar Cantábrico. Se escuchan los cencerros de las vacas a lo lejos y una zona de pinos parece ser buen sitio para hacer una parada para descansar.

Desde aquí hay multitud de posibilidades para continuar nuestra ruta, ascendiendo o descendiendo, de distinta dificultad física y técnica e incluso una posibilidad de regresar a Nueva por carretera de manera rápida.


4 comentarios:

  1. Gran entrada, Trappist. Imagino que hasta Nueva no haya problema para llegar a través de pistas, no? Salu2.

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    1. Gracias!!!

      Si sales de la villa de Llanes lo mejor es ir por la costera (en cualquiera de sus variantes) dirección oeste, hasta Villahormes y ahí enlazar con el Camino de Santiago que te llevará hasta Nueva.

      Saludos,

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  2. Vaya pinta tiene Llanes Trappist... A ver pa cuando esa ruta "Terranova"...

    Saludos,

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    1. Hola Alejandro,

      Después de varios días de investigación, la ruta ha sufrido varios cambios...obligados por el estado de algunas zonas.

      La ruta definitiva será menos "original" pero servirá para mostrar algunas de las buenas zonas que hay para practicar MTB en el concejo de Llanes, lógicamente incluirá la subida por el Valle del río Ereba. Vete entrenando que será bonita, pero dura.

      Esta Semana Santa pasaré a inspeccionar la zona del incendio ya que la ruta debería pasar por esa zona.

      Saludos,

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