La verdad es que hasta ahora
llevaba bastante bien este “año sabático” en cuanto a marchas cicloturistas.
Todas esas pruebas y maratones BTT, en las que había participado otros años, se
iban sucediendo y yo lo observaba de manera distante en indiferente... a veces ni me enteraba.
Pero difícil abstraerse estos
días, cuando todo a mi alrededor “huele a los 10.000 Soplao”, esa que año tras
año se convertía en uno de los retos más importantes de estas fechas.
Y llegó el sábado y desperté
temprano como si mi reloj biológico identificará de alguna forma que aquel era
el día… No, este año no, me di media vuelta en la cama para intentar conciliar el sueño,
imposible. Y ya que estamos despiertos, ¿Por qué no ver la salida?