Una décima de segundo para
comprobar la fragilidad del cuerpo humano, te desplomas sin poder evitarlo.
Intentas aferrarte con el brazo, pero compruebas con terror que el cuerpo te ha
abandonado.
Gritas con todas tus fuerzas,
pero difícilmente puedes articular palabra inteligible que salga del rictus
paralizado de esa boca que creías tuya y ya no lo es. Aún así, intentas repetir
una y otra vez “Llama al 112, llama al 112” … impotencia, desasosiego,
abandono…
El equipo médico no tarda en
llegar y empieza el ritual “Saca la lengua y muévela a la derecha y a la
izquierda, levante los brazos con las palmas hacia atrás, sonría, coja mis
manos y apriételas con todas sus fuerzas… ¿sabe cómo se llama?¿donde vive?”
Estoy en la ambulancia, todo el
mundo se mueve a mí alrededor de manera sincronizada. Vía en el brazo
izquierdo, pinchazo en el dedo de la mano izquierda y pinza en el dedo de la
mano derecha. Puedo ver mis altas pulsaciones fruto del estres.
Doy la bienvenida a mi nuevo
tick, tamborileando con los dedos de mi mano izquierda, para sentirme seguro de
que vuelvo a ser el dueño… al menos por un instante. El cuerpo vuelve a
abandonarme, es cuando te das cuenta de que puedes estar ante los últimos
momentos de tú vida, todo pierde sentido y el estres desaparece, me encuentro
muy tranquilo, ¿que me estarán metiendo por la vía?
“Saca la lengua, levante los
brazos, sonría, …”
Dicen que me llevan al Hospital
de Cabueñes, dicen que hay que cambiar de ambulancia y antes de que me dé
cuenta el equipo de la primera ambulancia me despide con una sonrisa en los
labios, puedo ver la tristeza en sus ojos, son incapaces de ocultarla mientras
me meten en la nueva ambulancia. Un chico me habla…
“Saca la lengua, levante los
brazos, sonría…”
Electrocardiograma, oxigeno y
nuevo cambio de planes “Hay que llevarlo a Arriondas” informan al conductor. Mientras
me sacan de la ambulancia, veo a todo el mundo esperándome en la puerta de
urgencias, alguien se habrá chivado de que vengo, que importante soy, jaja …no
tiene gracia, lo sé… ¿y sabéis lo que me dice una chica vestida de blanco?
“Saca la lengua, levante los
brazos, sonría, …”
Atiendo a cada movimiento a mi
alrededor y entre todas las voces pronto distingo la de un hombre que da
órdenes claras y concisas “Radiografía, Scaner,... “ Se acerca a mí, ya sabéis
lo que me dice:
“Saca la lengua, levante los
brazos, sonría, …”
¿Edad? ¿fumas? ¿bebes? ¿haces
deporte? ¿Qué deporte? ¿por el monte? ¿Soplao, QH, ….? ¿Tiempo? Ummmm. Puedo
leer su mente, está diciendo “Tú no deberías estar aquí”… pero aquí estoy!!!
¿Última vez que saliste? ¿Esta
mañana?¿Te has dado algún golpe? … De repente, como en un sueño me veo bajando
por el sendero, voy esquivando piedras y ramas a derecha e izquierda y como a
cámara lenta recuerdo aquella rama golpeando mi cuello, no le di importancia
seguí el descenso… ¿no es posible? … ahora lo siento, me duele mucho el cuello.
Primera noche, supervivencia, la
noche es eterna, no puedo ni quiero dormirme, esto es una pesadilla y voy a
despertar, esto no puede sucederme a mí… recuerdo la frase “Si algo me pasa no
dejéis que mi mujer venda las bicis por lo que dije que me costaron” … no es el
caso, bien sabe ella lo que me costaron y todos los sacrificios que tuve que
hacer para conseguirlas.
Me trasladan a Avilés, entro en
urgencias del Hospital de San Agustín, miro a todas partes buscando a Ray, compañero
de club, quiero informarle de que he dejado el ciclismo... a lo grande. Solo se dirige a mí una chica que tras leer unos papeles me toma la
tensión y me dice….
“Saca la lengua, levante los
brazos, sonría…”
En la habitación me recibe un
doctor, se encuentra leyendo una hoja y sin levantar la mirada pregunta - “¿ciclismo
de competición?” Me río, yo solo compito
contra mí mismo, soy un aficionado al que le gustan las pruebas de fondo en
carretera y mountainbike.
Añado a modo de pregunta sonda …
“pero eso ahora ya se acabo”. Su respuesta en forma de cara de poker me lo ha
dejado claro, difícilmente podré volver a participar en una de esas. Adios
Viveiro, Monegros, Soplao, QH, Grand Raid, … dejo muchas asignaturas
pendientes.
Me paso toda la noche pensando en
ello, pedalear no es una simple afición, al final se convierte en una forma de
vida, ¿cómo podre sobrevivir? Por la mañana me despiertan dos doctoras y casi
sin mediar palabra, ya sabéis
“Saca la lengua, levante los
brazos, Sonría, …”
Mientras no se le haga una
resonancia magnética va a tener que mantener reposo absoluto, no se mueva,
podría tener un coagulo en su cerebro. Hay que evitar que se desplace y pueda
ocasionar más daños.
Dos días con sus dos noches sin
moverme, ¿Cómo moverse cuando tal amenaza descansa sobre tus actos? me duele
todo el cuerpo y sobre todo mi maltrecho cuello, es insoportable.
Por fin, llega la resonancia
magnética y se van sucediendo las pruebas de todo tipo: análisis de sangre,
electrocardiogramas, ecografías, resonancias varias, Holter y de más controles,
sin olvidar el inestimable cuidado de enfermeras y médicos y sus continuos
controles y atenciones.
Un nuevo día, el sol se cuela por
la ventana, es increíble tanto tiempo esperando el buen tiempo, pedaleando con
lluvia, frío y viento. Y ahora que viene el buen tiempo permanezco tumbado en
un hospital.
Los resultados de los análisis y
pruebas no consiguen encontrar ninguna relación directa con el episodio vivido,
no me encuentro en ningún grupo de riesgo y todo parece indicar que el golpe
sufrido en el cuello durante mi salida betetera tuvo la culpa.
Todos sabemos que el mountainbike
es una actividad no exenta de riesgo y así lo asumimos. Sigo pensando que
merece la pena. El contacto con la naturaleza, poder admirar esos lugares y paisajes, la
sensación de libertad... Somos unos privilegiados y todo ello mientras realizamos una actividad física que nos
mantiene en forma y fortalece nuestro cuerpo.
En breve volveré a compartir
pedaladas con vosotros, no lo dudéis, aunque de momento debo tomármelo con calma y empezar de
nuevo poco a poco. Saludos.
Muy bonito ,ahora la pregunta es ....es cierto? O es novela
ResponderEliminarSaludos
Lamentablemente es cierto, fui a visitarle al hospital.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarmucho animo trapist!!!!!!, todos los beteteros estaremos esperando volver a verte por los molinos, un baldao que te sigue
ResponderEliminarGracias Hugo,
EliminarPerdoname, ahora no me doy cuenta si te conozco, aunque en varias ocasiones he compartido kilómetros con los Baldados...buena gente.
Nos vemos
Helado me has dejado.
ResponderEliminarMenos mal que he querido entender que al final solo un susto.
Apuntate la fecha en el calendario como segundo cumpleaños.
Animo!!!!!!!!!!!!!
Un abrazo.
Si Theo...un susto, pero vaya susto!!! ... ahora me acompaña allá donde voy. Estoy bien y sin secuelas aparentes, pero la experiencia realmente horrible.
EliminarEsta semana que viene intentaré subirme a la bici, a ver si sé o tengo que aprender de nuevo.
Y luego depende como vaya, ya veremos...
Gracias y seguiré tus andanzas en tú blog.
Saludos.
Leí tu crónica hace unos días, y ayer volví a leerla en una revista firmada como anónimo, enhorabuena.
ResponderEliminarUn saludo y a cuidarse para Monegros.
Gracias, ya veremos que tal se nos dan los Monegros, será la primera vez que vaya y no tengo muchas referencias
EliminarPor cierto, buen blog el tuyo....llevo media hora viendo tus fotos. Muy buenas.
Saludos
Lo vi en Facebook y ahora al leerlo vuelvo a darme cuenta de lo importante que es disfrutar de la vida y si te da una segunda oportunidad aprovechala. Yo , soy Julio , en eso estoy . Hoy 40 km por los caminos del canal de Isabel II en Madrid y un monton de retos y objetivos. Hace 4 años nadie apostaba por que volviera a casa y no solo he vuelto sino que disfruto mucho de mi nueva vida . Animo y un saludo ahhh nuestra frase en el centro de rehabilitacion de Madrid (CEADAC ) "POCO A POCO TODO SE CONSIGUE"
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