UN SABADO EN COVADONGA

Se pueden contar con los dedos de una mano las ocasiones en las que he superado la barrera de los 200 kms sobre una bici. Así que, cuando recibí la invitación de mi amigo Pulpeiro me lo pensé dos veces.

Llevo tres semanas en las que he recuperado el cauce de los entrenamientos y  las salidas en btt con los compañeros. Una salida como esta, en la que además sabía que se iba a ir rápido, podía ser la forma de testear como voy progresando en mi estado de forma.

El sábado las previsiones del tiempo daban un sol radiante, pero debía de ser en el resto de Asturias porque el día amaneció nublado y con algo de lluvia, por suerte, esta solo nos acompaño en la salida.

Así me presento en la Cafetería Central a la hora indicada. Pronto aparecen Jose y más tarde Pulpeiro acompañados de sus compañeros Paco y Tiki, ya estamos todos. Las presentaciones de rigor y a pedalear.

Para calentar la ascensión al alto de la Miranda, con mejores sensaciones que otras veces que he acompañado a Jose y Pulpeiro. Tras coronar ritmo crucero.

A pesar del molesto viento se va a buen ritmo, inicialmente a los relevos entran sobre todo Jose y Pulpeiro mientras el resto entramos puntualmente y nos mantenemos un poco a la expectativa. El viento es más fuerte y tirar en estas condiciones desgasta más de lo esperado y como esto siga a este ritmo no sé como irá la vuelta.

Así llegamos a Covadonga con una media superior a los 33 km/h, que dadas las circunstancias de viento no están nada mal. Un breve descanso y las fotos de rigor. Después toca bajar a Cangas de Onis para comer algo y reponer fuerzas para el regreso.

De vuelta, los kilómetros empiezan a pesar, Pulpeiro en un más que destacable estado de forma sigue tirando y el grupo se rompe en varias ocasiones. Bromeamos sobre qué le habremos hecho para que nos torture de esa forma, algo tiene contra nosotros… seguro.

Se hace necesaria otra parada para reponer fuerzas y que mejor sitio que “El dulcinea” en Nava, lugar tradicional de parada entre los ciclistas de la zona central asturiana, siempre ves bicis en su puerta… uff menos mal que paramos llevaba kilómetros pensando en las ricas palmeras que se hacen allí, así que cuando llegamos fui directo a pedir una de esas con bien de chocolate.

Reanudamos la marcha y más de lo mismo Pulpeiro tirando del grupo y el resto más o menos sufriendo para seguirle y llevándonos con el gancho hasta casa.

La salida no dio para más, buenas sensaciones a lo largo de los 205 kms que nos hicimos. A pesar de que la vuelta fue más lenta mantuvimos la media de velocidad por encima de los 30 kms/h y esperando que organicen otra como esta, por que con esta gente te fogueas de verdad… creo que la próxima incluirá montaña… habrá que irse preparando.