Era un día de otoño, hacía frío y
llovía. Hasta entonces había aguantado sin poner culotte largo, pero había llegado
el momento. Al ponerlo, quizás por esos “kilitos” ganados durante las
vacaciones, escuché un crasssh y aquello
que era un pequeño agujerito se convirtió en la falla de San Andrés. Algo tenía
que hacer… así que para tapar semejante desaguisado me puse encima el pantalón
corto, ese que había llevado hasta hace unos pocos días… al estilo endurero.
Ese mismo día, durante mi ruta, hablando con un biker, este va y me suelta “Es que vosotros los endureros…” , desde entonces ha ocurrido varias veces: un compañero de salidas dice que visto al estilo endurero y mismamente esta Semana Santa mientras tomaba una cervecita con unos chicos con los que había compartido ruta, uno me soltó la frasecita “Tú que yes endurero!”.
Sí, normalmente llevo una “doble”
que tiene hasta 150 mm de recorrido, pero está configurada en su versión más
maratoniana: cuadro de carbono y raro es que no lleve el bloqueo activado o
únicamente 110 mm en la horquilla y 95 mm en la suspensión trasera.
En cuanto a la forma de vestir, muy
habitualmente en mis salidas utilizo ropa de la marca “Endura”, que por mucho
que rece su nombre hace ropa para todas las disciplinas y su máximo exponente a
nivel profesional es un equipo de ciclismo en carretera.
Como ya he señalado, llevo un
pantalón por encima para tapar el culotte roto y además he visto la ventaja de
llevar todos esos bolsillos y evita que se moje la badana. Igualmente las
camisetas sueltas las llevo habitualmente, me parecen muy cómodas y tapan muy
bien esa barriguita cervecera, jaja.
En la doble, no suelo montar
portabidones, así que una mochilita completa “el modelito”. Otro día tendría
que contar que llevo en la mochila… si es que llevo hasta manta térmica.
Tampoco es raro encontrarme por
parajes donde no hay caminos, ni nada que se le parezca, pero eso es fruto de
mi afán por la investigación de zonas nuevas para meter en mis rutas con los
amigos, que me hace practicante habitual del “All mountain” en su versión más
light… la exploración. Al final me autodenomino “Explorador de tierras
conocidas”… que ya está todo descubierto.
Ya lo he dicho soy un bajador desastroso, no sé
si la edad o las caídas que he sufrido, me han convertido en una persona que intenta
limitar mucho los riesgos que asume. Pero quizás, sí tenga en lo más profundo
de mi interior cierta alma de “endurero” y en determinados senderos, trialeras
y descensos que conozco si me gusta “desmelenarme” pero siempre es algo puntual
y de nivel bajo.
Sin técnica sobre una bici, sin
asumir riesgos en mis salidas, pero eso sí con una afición ilimitada por este
deporte y ganas enormes de pedalear horas y horas tenía mi disciplina clara… el
maratón BTT y lo cierto es que las pruebas de resistencia son en las que más
disfruto, dadas mis carencias como biker.
Al llegar a casa aquel primer día
que me puse el pantalón corto por encima del culotte largo pude constatarlo…
tenía pintas de endurero, pero está claro que en este caso nada más lejano de
la realidad… el hábito no hace al monje.
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