Pero lo cierto, es que llevamos
unas semanas que el tiempo no da tregua. El tiempo está loco y muy cambiante y
eso lo demuestran que esas previsiones meteorológicas que hasta ahora eran casi
infalibles, este año no dan una.
Lo reconozco, este año me he
acomodado un poco y si llueve, pues no salgo. Algo muy distinto al año pasado,
cuando salía hiciera el tiempo que hiciera, así llegue al Soplao “bien curtido”
y cuando todo el mundo habló de un verdadero infierno y muchísima gente
abandonara por el día de perros que hizo, yo apenas lo sufriera, y es que había
salido en circunstancias similares durante el año.
Recuerdo que cuando llegue a la
meta me preguntaron y yo dije algo como “tampoco estuvo tan malo” y no era
vacile, es que en ningún caso sufrí tanto como parece que sufrió la mayoría de
participantes.
Entro en los distintos hilos de
las cicloturistas en las que me he inscrito y los participantes se están
empezando a poner nerviosos. No se puede preparar uno adecuadamente con este
tiempo.
Pues bien, creo que se acabo el
acomodamiento, no queda otra opción o salgo aunque llueva o voy a llegar a las
citas maratonianas sin kilómetros en mis piernas o lo que es lo mismo,
sufrimiento y abandono seguro.
Así que, he empezado a contar mis
salidas por mojaduras. Solamente el día que fui a investigar una zona de la
sierra cerca de Ribadesella el sol acompañó durante toda la ruta.
Como ya vaticino el gran Murphy
(el de la famosa ley), antes de Semana Santa consulto las previsiones del
tiempo y de antemano planifico salidas para el Jueves y el Sábado, solo dos
salidas que en vacaciones también hay que atender a los que tenemos a nuestro
lado y no se puede abusar.
Pues bien, dos salidas dos
mojaduras monumentales, en la del Jueves Santo iba bien preparado, pero aún
así, aunque la ropa sea impermeable, si te pasas tres horas bajo la lluvia…
termina calando, pero lo peor es, como me sucedió el Sábado, cuando esperas que
no llueva y de repente te cae bien fuerte.
… pues nada, hay que endurecer el
cuerpo, pero llego a casa con un pequeño “toque” en la garganta… cuando esto
ocurre suelo tomar un comprimido de vitamina C y lo cierto que hasta el momento
no he pillado ningún catarro este año… crucemos los dedos.
Luego esta ese día que todas las previsiones dicen que va a llover, así que decido que no voy a salir, quedaré en la cama haciendo el vago...y cuando te despiertas un sol increible, es tarde para reaccionar, puesto que llovia ya has asumido otros compromisos. Vaya mala suerte y que precioso día.
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