Nunca segundas partes fueron
buenas y esta no va a ser la excepción. Es la segunda vez que escribo sobre
este tema, quizás el caso de doping más significativo en toda la historia del
ciclismo.
Por fin llegó la emisión de la entrevista
a Lance Armstrong en el programa de Oprah Winfrey. No eligió los tribunales, ni
una rueda de prensa. Eligió este programa y es que hacer caja a estas alturas
de su vida parece muy conveniente.
Las preguntas como siempre en
estos casos, pactadas y estudiadas. Resumiendo la entrevista:
·
“¿tomó EPO, hormona del crecimiento,
testosterona y se hizo transfusiones de sangre?” A todo contesto un parco “Sí”.
·
Insinuó que en aquella época que gano los tours,
todo el mundo se dopaba y que hacerlo era competir en igualdad de condiciones y
que por lo tanto no tenía la sensación de “haber hecho trampa”. Calificó el
sistema de “una gran mentira”
·
No se hacían muchas pruebas anti-doping fuera de
la competición y durante este periodo estaba “limpio”.
·
No pago a la UCI para ocultar positivos.
·
Como siempre en este programa llegó el momento
de pedir perdón a compañeros, aficionados, etc.
·
La última parte se orientó más a su ámbito
personal y como estaba afectando todo esto en su ámbito más cercano.
Mi primera impresión, es que la
entrevista ha sido más “light” de lo que me esperaba, ya que Lance había prometido
“tirar de la manta”, algunos le atribuyen la frase “Me dopaba y la UCI lo sabía”,
frase que no pronunció durante la entrevista. Seguro que los directivos de la
UCI han respirado tranquilos por lo que pudo haber sido, es más, no los ha
dejado en mal lugar.
Para no repetirme cada vez que
salta a la luz un caso de dopaje, mi opinión, es que el ciclismo se encuentra
muy profesionalizado, los sponsors quieren ver su nombre arriba en las pruebas
y es lógico que los equipos hagan todo lo que está en su mano para complacer a
quién les da de comer, pero una mala imagen puede dañarles enormemente, así que
se mueven en un difícil equilibrio.
El límite lo pone la UCI, que tiene
que gestionar todo esto y encima enviar a la sociedad los valores que ensalzan
a este deporte. A medida que se han ido destapando diversos escándalos la UCI
ha ido endureciendo su normativa al respecto, tanto que se ha tenido que llegar
a un sistema como el actual tan humillante para el ciclista, solo hace falta
recordar el caso Van Impe que lloraba la muerte de su hijo en su funeral
mientras “los vampiros” le extraían sangre.
Quizás la UCI debería replanteárselo…
o quizás no. Ejemplos como el de la NBA son válidos. Nadie se plantea si toman
esto o aquello (siempre que no sea marihuana, claro), lo primordial es dar espectáculo
y la gente se divierta viéndolo sin más, eludiendo y ocultando el tema del
doping.
Como dice mi buen amigo José
Antonio jocosamente “permitamos que compitan todos los que se dopen y
eliminemos a los que no lo hagan”.
¿El ciclismo está podrido?… no, simplemente
el ciclismo profesional hoy en día es así y así hay que entenderlo y disfrutarlo.
Sinceramente, no creo que Armstrong gozara de grandes ventajas respecto a sus
competidores. Pero lo que está claro que Armstrong se aprovechó de la situación, el tratamiento de su enfermedad conllevaba sustancias prohibidas y
ya que se le permitía competir, el chico se vio con cierta inmunidad y barra
libre: EPO, hormona del crecimiento, transfusiones…
Es encomiable, que rápido han
salido a decir la UCI y muchos ciclistas profesionales, que eso del doping es
cosa del pasado, al igual que personalidades de otros deportes para decir que
en su deporte no ocurre lo mismo, hay que defender aquello que les da de comer…
no sé, habrá que seguir atentamente si se dan casos de doping durante el 2013,
a mí me da que sí.
Me resulta sorprendente
compañeros aficionados desde hace muchos años al ciclismo que cada vez que
aparece un caso de doping se rasguen las vestiduras y critiquen duramente al
ciclista de turno.
Como ya dije en otra ocasión, en
cierto modo son víctimas del sistema, cabezas de turco que muchas veces no
tienen otra alternativa y que deben ser sacrificados en aras del resto, para
justificar que el sistema funciona y está limpio.
Lo mejor creo, es que sigamos disfrutando del ciclismo sin pararnos
a pensar que dentro de unos años el ganador de hoy será el villano de mañana.
La historia de este deporte ya se ha reescrito demasiadas veces en los últimos
años y me temo que esta no será la versión definitiva.
La gran derrotada de todo este
caso, su fundación. Porque no olvidemos que este villano llamado Armstrong,
quizás con un poco de egoísmo y tras sufrir el cáncer en sus carnes, empleo
parte de su dinero, fama y dedicación a crear uno de los organismos que más
dinero a recaudado para investigación de esta enfermedad.
Yo, por lo menos, seguiré llevando
mi pulsera de Livestrong y seguiré disfrutando de las espectaculares tardes de
ciclismo en televisión.
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