21 de diciembre 2012, fin del
decimotercer Baktún Maya. Es triste, pero cuando publique esta entrada no habrá
nadie para leerla, porque habrá llegado el fin del mundo.
Había oído hablar de un pequeño
pueblo en el sur de Francia, Bugarach, que se libraría del Apocalipsis. La creencia de que una nave
nodriza extraterrestre salvaría de la hecatombe a todos los que estuviesen en
la montaña cercana al pueblo. Esto me hizo reflexionar, y desde ese momento me puse a investigar...
...tenía que haber más sitios donde los extraterrestres hiciesen
paradas, cual autobús de la TUA, para salvar a hombres y mujeres de distintos
puntos de este lugar llamado Tierra… y Eureka, lo encontré!!!! Tras complicados cálculos el resultado fue:
VÉRTICE GEODÉSICO: V.G. 2879 - Gorfoli
LOCALIZACIÓN: P. de Asturias: municipio de Llanera Hoja nº 28 Del Mapa Topográfico Nacional 1:50.000 ALTITUD: Altitud sobre el nivel medio del mar (referida a): (BP) 623,30 m. Ref1: COORDENADAS GEOGRÁFICAS Sistema de Ref.: ED50 Longitud -5º 56' 28,53890" Latitud: 43º 29' 32,93670" Ref2: COORDENADAS UTM. HUSO 30 Sistema de Ref.: ED50 X UTM: 262169,640 m. Y UTM: 4819797,290 m. Ref3: COORDENADAS GEOGRÁFICAS Sistema de Ref.: WGS84 Longitud -5º 56' 33,72615" Latitud: 43º 29' 29,00337" Ref4: COORDENADAS UTM. HUSO 30 Sistema de Ref.: WGS84 X UTM: 262059,793 m. Y UTM: 4819592,421 m. Hemisferio N Coordenadas GPS: N43 29 29.00 W5 56 33.73 |
Mis investigaciones habían
llegado a la conclusión de que para este día inestable electromagnéticamente no
era conveniente ir sobre monturas de carbono o aluminio. El mejor material era
“fierro ferroñoso” y cuanto más oxidado, mejor para superar la terribles
condiciones que me esperaban. Así pues, durante semanas fui acondicionando mi
vieja bici “de Banesto – Miguel Induráin”.
Llené el camelbak de cerveza y el equipamiento típico para este tipo de rutas. Antes de salir a la ruta pasé por casa mis padres y envié mensajes a mis mejores amigos avisándoles de lo que se avecinaba, pero no acudieron a la cita, así que me dispuse a iniciar la ruta en solitario.
Para llegar a “las antenas”, con una bici rígida-rígida iba a tener problemas para ascender por los senderos del Campo la Liebre, otras opciones también quedaron desestimadas, así que al final opté por la ascensión desde Villayo.
Para llegar a “las antenas”, con una bici rígida-rígida iba a tener problemas para ascender por los senderos del Campo la Liebre, otras opciones también quedaron desestimadas, así que al final opté por la ascensión desde Villayo.
Llevaba mi GPS, pero sabía que en
cualquier momento podía fallar, por eso no olvidé en casa esa vieja brújula que
no había usado en mi vida, este era un buen momento. Pero cuidado, alguien
había hablado de un posible cambio en los polos electromagnéticos de la tierra.
Bueno si en un momento determinado la brújula confundiera el norte con el sur
sería un indicio claro de que el fin del mundo se acercaba.
La subida con una bici de 17 kilos y desarrollos de carretera se hace dura, además un fuerte viento hace más penoso el avanzar, pero no desfalleceré en el intento. No encuentro a nadie en el camino, quizás debería haber avisado a la comunidad biker de que asistieran a este lugar para que también pudieran salvarse… ¡¡¡que aburridas serán las rutas en el futuro sin ellos!!!! y es que el mountainbike si algo fomenta es la amistad, compañerismo y diversión a raudales.
Ya veo las antenas, ahora lo
entiendo, no son antenas de telecomunicaciones son balizas interestelares que
indican a la nave nodriza donde debe parar.
Llego a la cima del pico y miro a
mi alrededor, el paisaje es impresionante y me doy cuenta de lo bonito que es
este deporte, que nos permite llegar a tantos lugares y disfrutar de la
naturaleza.
Saco mi brújula, sigue marcando al norte, todavía no se ven indicios del fin del mundo y la nave nodriza no aparece. Pasan los minutos, las horas y llegamos a la hora astronómica del solsticio… ¡¡¡¡este es el momento!!!! …. Pero no sucede nada, así que regreso a casa por donde he venido.
Quizás el fin del mundo sea para
el fin del decimocuarto Baktún, de esta hemos librado.
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